Anoche me acabé la novela “Pantaleón y las visitadoras”, de Mario Vargas Llosa. Sorprende la mezcla de militares, prostitutas, fanáticos religiosos, en fin, una cantidad de situaciones y personajes en un coctel espectacular. La historia es de lo mas curiosa y rocambolesca, y parece ser que en un principio basada en un hecho real. Su redacción es de una agilidad y rapidez difícil incluso de seguir. Cuesta pasar de las primeras páginas con ese ritmo frenético y ese lenguaje con palabras locales, se diría que no es un libro para principiantes. Hablo de él porque durante este tiempo que he ido poco a poco desentrañando, y conociendo al capitán Pantaleón Pantoja, me ha resultado un personaje de lo mas leal a si mismo y al ejército. Y lo que cuesta realmente creer es que hoy en día sería políticamente incorrecto. Esta novela escrita en 1973, año de mi nacimiento, resulta a su manera provocadora, diferente, original, ¡y me gustó! Estoy realmente admirada del arte, la destreza, la inteligencia, y la humanidad de Mario Vargas Llosa. No voy a disimular mi preferencia por los autores hispanoamericanos, su lenguaje tan cercano me resulta irresistible, cuenten lo que cuenten, sabe bien… Y aquí lo dejo, que como ya sabrán, estamos en operación vuelta al cole y hay trabajo para aburrir. (De hecho me he tenido que esconder con el portátil para escribir este pequeño comentario).
Castillo Interior 